En esta entrada publico textual el artículo que aparece enseguida; está firmado por su autor: el Maestro Ramón Santoyo Durán, un distinguido catedrático, en donde refuta a uno de esos personajes de la era de los dinosaurios que todavía deambulan por el fango de los pantanos periodísticos.
LOS COMENTARIOS DE CARLOS MONCADA OCHOA SOBRE LA PRESENTACIÓN DEL LIBRO “MEMORIAS DE UN DIARIO ANÓNIMO GUAYMAS 1802-1919”
Por Ramón Santoyo Durán
Es muy saludable y, sin duda necesaria, la participación de los comunicadores de los diversos medios en el análisis, la crítica y comentarios con respecto a cualquier problemática social o evento de diversa índole. Son un factor determinante, ya que a través de su mensaje, orientan de manera positiva a sus lectores. Pero cuando el periodista presenta los hechos deformándolos intencionalmente incurre en lo que se conoce popularmente como “verdad a medias”.
Expreso lo anterior, para referirme a los comentarios que el señor Carlos Moncada Ochoa hizo sobre la presentación del libro “MEMORIAS DE UN DIARIO ANÓNIMO Guaymas 1802-1919 compilado por el Ing. Mauro Esteban Barrón Robles y en la que participamos la Dra. Raquel Padilla Ramos, el Dr. Ignacio Almada Bay y, el autor de este escrito, Mtro. Ramón Santoyo Durán. En lo personal, creo que la intención del señor Moncada, más que hacer una verdadera crítica, es descalificar y ridiculizar con sus gracejadas a los presentadores; cierto es que don Carlos enfoca sus baterías sobre un servidor y el Ing. Barrón, pero a los otros compañeros también los afecta. Por mi parte, haré unas observaciones sobre los comentarios de Moncada Ochoa.
En primer lugar yo no me apellido Santoyo Ramos sino Santoyo Durán; es la Dra. Padilla la que tiene como segundo apellido Ramos; y, por si fuera poco, el primer apellido de Mauro es Barrón, entonces su nombre completo es Mauro Esteban Barrón Robles y no Mauro Robles como lo escribe el experimentado periodista Moncada. Además, don Carlos me asigna el grado de Doctor cuando tengo el de Maestro. Parece ser que el señor Moncada se confunde y si con estos detalles tan sencillos se equivoca pues qué confianza se le puede tener a sus comentarios.
En segundo lugar, Moncada pretende limitar mi participación a una larga “letanía” de enunciados, lo que burlonamente afirma, le hizo recordar el “rosario”; pero nada dice de los puntos medulares del análisis sobre la estructura y los recursos que utiliza el Ing. Barrón Robles en su investigación. La lista de temas es solamente el principio, pero Moncada Ochoa toma la parte por el todo, intenta, claro está, transmitir la impresión de que mi trabajo es sólo una especie de índice del libro presentado. En este punto don Carlos no se equivoca, al más viejo e inmoral estilo periodístico, miente.
En tercer lugar, el comunicador se refiere a mi observación sobre el estilo del autor, pero no concuerdo con lo que añade: “porque solamente se van agregando trozos sobre esto, párrafos sobre aquello, recortes acerca de tal o cual temas”… Yo no afirmé eso, es más, nunca lo dije. De nueva cuenta el señor Moncada, muestra su habilidad para tergiversar y lograr sus aviesos propósitos: desinformar.
En cuarto lugar, don Carlos Moncada se queja de que ninguno de los investigadores guaymenses que él nombra fue mencionado, “al menos por cortesía”, dice. Pero, una vez más, a Moncada Ochoa se le olvida que en el primer párrafo de mi análisis, donde consigno los datos generales del libro, menciono a Don Juan Ramírez Cisneros y, no por cortesía, sino por obligación. Mauro Esteban Barrón Robles, lo considera entre los que más lo apoyaron en su enorme trabajo de acontecimientos históricos y se lo agradece.
En quinto lugar, con respecto al contexto del Ing. Mauro Esteban Barrón sobre historia de Guaymas, solamente citaré las palabras con que don Juan Ramírez Cisneros, ex cronista de la ciudad, le responde a un persona, cuando ésta, considera a don Juan como:”… el cronista vitalicio y con más conocimiento del Guaymas de ayer…” Don Juan Ramírez Cisneros, con la sencillez que le caracteriza, dice: “Guaymense, una aclaración en aras de la justicia y la verdad: el mayor y mejor conocimiento sobre el viejo Guaymas pertenece al ingeniero Mauro Barrón Robles…por supuesto que agradezco con mucho gusto tus conceptos sobre mi persona…gracias…” (expresionguaymas.org, mayo 31 de 2011). Si don Juan, que tiene el respeto y credibilidad de todos los guaymenses, lo afirma, es porque considera a Mauro Esteban Barrón Robles un acucioso investigador en esta disciplina. Estas palabras se publican sólo siete días después de la presentación de MEMORIAS DE UN DIARIO ANÓNIMO Guaymas 1802-1919 que contiene una extraordinaria investigación que no necesita defensa, “se defiende sola”.
Es inconcebible, que el experimentado periodista don Carlos Moncada Ochoa, no se apegue a las características del texto informativo con el fin de desvirtuar lo que a él, por alguna causa, no le agradó. Cuando los comentarios o la crítica se llevan a cabo con objetividad, se fundamentan, se apegan a la verdad y con el debido respeto, lo único que queda es guardar silencio; esto lo sabe muy bien don Carlos, porque ante las observaciones que hace el Mtro. Miguel Castellanos Moreno acerca del libro sobre historia de la Universidad de Sonora (escrito por Moncada y auspiciado por las autoridades de la UNISON) en donde asoma su feo rostro la palabra plagio, don Carlos, que no se arredra ante nadie, se quedó completamente callado.
Dice un viejo refrán: “El que calla, otorga”.
MDT. RAMÓN SANTOYO DURÁN
Primavera de 2011
Hermosillo, Sonora
EL COLEGIO HERODES DE LA UNIVERSIDAD DE SONORA
Hace 2 días